Los libros comenzaron como hoy las pantallas: los denominaban inventos del demonio porque quien tenía la suerte de aprender a leer, no era capaz de levantar la vista de sus páginas. Sigue leyendo

Los libros comenzaron como hoy las pantallas: los denominaban inventos del demonio porque quien tenía la suerte de aprender a leer, no era capaz de levantar la vista de sus páginas. Sigue leyendo