Pocas son la familias que no piensan en el futuro de sus hijos a nivel económico y en la mejor manera de dejarles una cierta seguridad por si en el futuro necesitaran apoyarse económicamente en ello.ahorro, inversión, niños.

Muchas veces son los abuelos o los tíos quienes les abren una cuenta de ahorro o quienes van dando dinero a los padres con el fin de meterlo en una cuenta concreta pero nosotros, como padres, ¿qué podemos hacer para asegurar un cierto patrimonio a nuestros hijos?

Tener una vivienda en propiedad

En España existe la creencia de que la mejor seguridad es la patrimonial. No es así en otros países donde vivir de alquiler es la tónica dominante. Si en tu caso el tener una casa propia te da cierta seguridad, es probable que tengas que recurrir a una hipoteca, lo que deja poco margen de ahorro. Si ya tienes una vivienda o cuentas con alguien de confianza que pueda avalarte con su propia vivienda, hay cientos de planes hipotecarios, especialmente si ya tienes unos ahorros para los gastos de gestión y la entrada que siempre es una partida más elevada. Si no cuentas con ese importe, también hay hipotecas como la Hipoteca 100 más gastos que te ofrece el 100% del importe que necesitas, incluyendo los gastos de gestión. Esta es una hipoteca que muchas personas utilizan para una segunda residencia, en el pueblo o en la playa a la que pueden sacar una rentabilidad alquilándola por temporadas, por ejemplo, de manera que la propia vivienda ayuda a su pago. Aquí puedes consultar cómo conseguir una hipoteca 100 más gastos.

Una cuenta de ahorro para los niños

Ya hemos comentado que es la opción elegida por los familiares más cercanos que, en algunos casos, abren la cuenta a los niños cuando nacen, en su bautizo u otro evento especial, con el fin de ir engrosándola periódicamente para que el niño o la niña tengan un dinerito cuando crezcan. Muchas veces el objetivo es que lo utilicen como ayuda en sus estudios, aunque eso dependerá de cada familia, por supuesto. En este caso, la cuenta está a nombre del niño pero tiene como autorizados a los padres o adultos que abren dicha cuenta.

Separar una parte de nuestros ahorros en nuestra propia cuenta

Algunas cuentas ofrecen la posibilidad de crear, dentro de nuestra propia cuenta, una “hucha” para alguien o para algún gasto especial. Si no queréis estar pendientes de posibles comisiones esta es una buena opción, si bien es cierto que oficialmente ese dinero no es propiedad de vuestros hijos.

Depósito a plazo fijo

Si abrimos la cuenta cuando el niño es pequeño y tenemos la certeza de que no vamos a utilizar ese dinero, que no lo vamos a necesitar, durante mucho tiempo, puede ser una buena forma de conseguir la máxima rentabilidad. Cuanto mayor sea el tiempo del depósito, mayor será su rendimiento. En España el rendimiento es del 0,01% actualmente, pero siempre hay opciones en distintos bancos que pueden mejorar esa cifra puntualmente.

Contar con un seguro de vida o de incapacidad temporal permanente

Todas las opciones que os hemos comentado anteriormente implican una capacidad de ahorro determinada, pero también podemos asegurar el futuro de nuestros hijos en el caso de que nosotros faltemos sin necesidad de destinar grandes cantidades al ahorro o la inversión, sino con un seguro que pueda respalda a nuestra familia con el pago de la hipoteca, con ciertas cantidades de dinero que percibirían si faltáramos o si no pudiéramos trabajar.