“Circlassica. Circo Mundial” homenajea a las familias que llevaban la magia del circo por el mundo

Nuestra cita preferida de las navidades madrileñas ya está en su carpa blanca de IFEMA. Circlassica nos trae este año un homenaje al Gran Circo Mundial. Y es que los creadores de Productores de Sonrisas, artífices de este show, entre otros muchos, son los descendientes de los fundadores del Mundial. Por ello, este año Circlassica. Gran Circo Mundial es una oda a todas esas familias que recorrieron el mundo llevando la ilusión del circo a diferentes ciudades. Por supuesto, como nos tiene acostumbrados, lo hace con un elevadísimo nivel técnico, artístico y estético e introduce la música como hilo conductor de la historia. Y no sólo la música, también el teatro, la danza y todas las artes escénicas se fusionan en este nuevo show.

Entrar en la gran carpa blanca de Circlassica es transportarte a mundos mágicos desde el minuto cero. Este año, además del clásico gran árbol de Navidad en el centro, el interior de la carpa se tematiza sobre Circo Mundial y está decorada con jaulas con tigres y leones de peluche, tiovivos o domadores de levitas rojas. Además, vuestros niños podrán realizar talleres de circo antes de acceder al espectáculo.

Una vez en el patio de butacas, lo primero que vemos en escena es el interior de las bambalinas, los camerinos, cómo se maquillan y entrenan los artistas que luego veremos en acción. El show da comienzo con un video que introduce la historia de la saga familiar del Gran Circo Mundial. Nos cuenta cómo los tres niños Manuel, Rafael y María González Villanueva (fundadores de Productores de Sonrisas) llegaron a la capital con sus padres y su tío, con una mano delante y otra detrás y comenzaron a trabajar en el Price para, más tarde, fundar el Gran Circo Mundial. A partir de aquí comienza el homenaje a todas esas familias nómadas, que llevaban la magia del circo a las ciudades y cuyos hijos, mientras otros niños jugaban con canicas, jugaban con leones, tigres o elefantes, que también formaban parte de esa gran familia del circo.

Comienza el show con la música como hilo conductor de cada número. Más de 30 artistas internacionales dejan al público atónito con su “más difícil todavía”. Desde Súper Silva y sus 10 Pasos de la Muerte, que supera ¡boca abajo! y a una altura tremenda, sin red, ni arnés; hasta The Eros Rider y su impresionante show de siete motos, dentro de una gran bola metálica, que giran y giran a gran velocidad; un número en el que mi hija mayor afirmó, sin tapujos: “eso sí es jugarte la vida, mami”. Pasando por Icario y sus acrobacias utilizando sólo los pies o por Skating Flash, dos patinadores acróbatas, que nos dejaron sin respiración, volando a la vez que patinaban, ¡increíble!

La pericia con el aro de Anastasia Vashchenko nos impresionó a todos, así como las acrobacias imposibles en el aire de Fly González, que dejaron a todo el público en un grito. Pero, sin duda, el número que más me fascinó fue el de Aereal Silk y su escultura dorada. Cuenta la fábula de dos enamorados que son hechizados y convertidos en estatua y sólo un beso de amor romperá el hechizo. Se trata de un número de telas aéreas a cámara lenta, con posiciones impresionantes y de una plasticidad que enamora. Además, la introducción de este número es llevada a cabo por los dos cantantes que hacen del espectáculo un musical y con la Orquesta Circlassica en directo. ¡Un deleite para vista y oído!

Por supuesto, el humor tiene un lugar importantísimo en Circlassica, Gran Circo Mundial. En este lugar las carcajadas no sólo se oyen de boca de los niños. Los adultos también se desternillan. Buena parte de culpa de ello, la tiene Johnny Rico, conductor del espectáculo, humorista, acróbata, músico… Que nos hizo a todos quitarnos el sombrero. Sin duda, un artista portentoso.

Un vestuario compuesto por más de 100 piezas, una escenografía e iluminación cuidados al milímetro y un genial equipo de sonido completan un espectáculo, que ya se ha convertido en el favorito de todos en Navidad. Productores de Sonrisas lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a crear un show de diez. Ha vuelto a lograr el “más difícil todavía”. Con razón han sido merecedores, este año, del Premio Nacional de Circo.

Y sólo nos queda deciros que no os lo perdáis porque siempre seréis bienvenidos ¡al Gran Circo Mundial! Entradas aquí. Hasta el 14 de enero, en la carpa blanca de IFEMA.

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