No sé si os pasará a vosotros también, pero yo me entero de los temas que se van a postular como canción del verano por mis hijas. Ellas se han convertido en importantes influencers en el mundo de la música, en embajadores de un artista o grupo, y es que a través de ellas, he descubierto que estas vacaciones no serán lo mismo sin Despacito o Súbeme la radio. Ambos hits han entrado con fuerza y creo que no conozco a ningún niño de Infantil o de Primaria que no haya bailado en su función de fin de curso al menos uno de estos dos temas, mientras que papá grababa con el móvil la actuación y mamá se emocionaba. Pero, ¿nos hemos parado a analizar la letra de estas canciones? ¿Son adecuadas para su edad? ¿Sabemos realmente lo que escuchan nuestros hijos?

El verano no ha hecho nada más que empezar y ya estamos (o estoy) un poco saturada de escuchar el Despacito, de Luis Fonsi, o el Súbeme la radio, de Enrique Iglesias, pero no desesperemos. Seguro que forma parte de vuestra playlist del verano 2017; seguro que cuando vais en el coche no podéis evitar ponerla a todo volumen cuando el locutor correspondiente la anuncia y, seguro, que es un imprescindible más en cualquier barbacoa de esta temporada para que la fiesta triunfe y no decaiga. “Súbeme la radio, tráeme el alcohol”, canta Enrique Iglesias. ¿Alcohol? ¿Dice alcohol? Sí, dice alcohol.

Quizás no nos habíamos parado hasta ahora a analizar detenidamente la letra o sí lo habíamos hecho, pero no le habíamos dado importancia. Pero lo dice claramente al principio del tema: alcohol. Y este mensaje es el que está llegando a nuestros hijos. Tal vez vuestros peques, como las mías (de seis y dos años), no encuentren un significado, ni bueno ni malo, a esta palabra, pero deberíamos reflexionar sobre si es un contenido adecuado para nuestros hijos.

Nos preocupamos de lo que ponen en la tele, criticamos que programas tipo Sálvame se emitan en la franja infantil, ponemos el grito en el cielo si una gran superfice utiliza niñas para anunciar sus bañadores, pero luego les animamos a que bailen con nosotros el Súbeme la radio. ¿Estamos seguros? Porque la letra de Enrique Iglesias es más o menos moderada si la comparamos con el Despacito. Atentos a las cosas que Luis Fonsi dice en su hit:

“Quiero desnudarte a besos despacito, firmo en las paredes de tu laberinto, y hacer de tu cuerpo todo un manuscrito”, “Quiero sobrepasar tus zonas de peligro, hasta provocar tus gritos, y que olvides tu apellido” o “Vamos a hacerlo en una playa en Puerto Rico, hasta que las olas griten, ay bendito, para que mi sello se quede contigo”. Teniendo en cuenta que mi hija mayor está en una época de descubrir cosas, de preguntarlo todo, de querer saber más, no sé si estaría preparada a explicarle, en el caso de que me pregunte, qué significa, por ejemplo, quiero sobrepasar tus zonas de peligro.

No se trata de poner puertas al campo, porque aunque les impidamos escuchar determinadas canciones, en cualquier chiringuito de playa o en la radio de la piscina municipal van a sonar igualmente, incluso, nuestro compañero de toalla de al lado puede  ponerla en su móvil para que su hijo la escuche. Se trata de que seamos conscientes de los mensajes que pueden llegar a nuestros peques de la forma más inocente y, por tanto, más eficaz, perpetuando determinados esterotipos, como el consuelo del alcohol ante el desamor o las historias románticas basadas en el conquistador sexual. Cosas, que como madre de dos niñas, cada vez tengo más en cuenta.

 
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