La gallina Turuleca, una película tierna llena de mensajes positivos

¡El cine de animación español está rompiendo moldes! Y eso me encanta. Las pelis familiares “made in Spain” tienen cada vez más hueco en el panorama del cine nacional e internacional. Y si no, que se lo pregunten a “Klaus”, nominada a los Óscar 2020, compitiendo nada más y nada menos que con “Toy Story 4”. Estamos en el buen camino. Esto mismo pensé el otro día, cuando estuvimos viendo “La gallina Turuleca”, que me pareció una película preciosa. Sí, preciosa. Aunque os parezca una palabra manida y poco trabajada, es el adjetivo que mejor define esta producción. Es bonita, tierna y entrañable, además de transmitir unos valores esenciales para los más peques y contar con unos temas musicales que nos encantaron.

Por supuesto, “La gallina Turuleca” está basada en el famoso personaje de la canción popularizada por Miliki y cuenta la historia de una gallina fea o, mejor dicho, diferente -porque a mí me parece la más guapa- y desplumada que un criador de gallinas ponedoras, tiene escondida y apartada porque no sabe poner huevos, además de ser un poco diferente al resto de gallinas. Todo ello, propicia las bromas de sus compañeras de gallinero, que se burlan de ella por su físico y porque no puede poner huevos. Este es un tema de plena actualidad, que está muy bien que se trate en las películas infantiles, el del bullying, la mejor forma de llegar a calar en los más pequeños y que empaticen con este problema.

Sin embargo, un buen día aparece Isabel, una profesora de música jubilada, que quiere comprar una gallina ponedora para su granja. Y… ¡elige a Turuleca! Isabel es una mujer paciente y comprensiva que da una oportunidad a nuestra protagonista, a pesar de no poder poner ningún huevo. Así es como descubre su talento oculto. Turuleca no sabe poner huevos pero sabe: ¡hablar y cantar! Otro gran mensaje de la película: en tus diferencias pueden estar tus mayores talentos y virtudes.

La gallina será muy feliz en la granja con Isabel hasta que un día la ex maestra tiene un accidente y se la llevan al hospital de la gran ciudad. Es entonces cuando comienzan las aventuras de Turuleca que decide ir a buscarla. Por supuesto, por el camino se encuentra con grandes amigos del circo que la convierten en una gran estrella de la canción; pero también conoce a malos, malísimos, que quieren secuestrarla y, por supuesto, al que será su gran amor: el gallo Vicente, al que conoce bailando ¡reguetón! Jajajajaj. No me digáis que no pinta apetecible y graciosa.

La película te engancha desde el minuto cero por lo bien hecha que está. A los más peques les encantará el colorido de la misma y sus canciones. A los niños de mediana edad, como a mi pequeña, de seis añitos, les emocionará la historia –y lo digo literalmente porque salió con la lagrimilla y diciendo que quería volver a verla-. Decía que qué corta era y preguntaba por qué había terminado tan rápido. Y a los niños más mayorcitos, como Carmen, de 9 años, también les encantará porque entenderán toda la historia, con sus detalles. No voy a decir nada de los adultos porque a mi marido y a mí, nos pareció una historia genial, muy bien contada, muy divertida y trepidante. ¿Lo que más nos gustó? Volver a entonar la canción de “La gallina Turuleca” y “Hola Don Pepito” junto con el resto del público del cine, que también se entregó a los temas de nuestra niñez. Y a mí, particularmente, poner cara a la gallina a la que he cantado desde mi infancia y enmarcarla en una historia tan bonita como ésta.

También me quedo con el homenaje que la película hace al circo, el espectáculo más antiguo de todas las artes, que ahora está más en auge que nunca y que, afortunadamente, está volviendo a tener el lugar que le corresponde entre la oferta cultural. Eso sí, un circo con una estética sumamente cuidada, con artistas de prestigio que hacen soñar al respetable y sin animales. A esto hace referencia la película, a la necesidad de evitar el maltrato animal en las actuaciones del circo. Lo dicho, una cinta llena de mensajes positivos y necesarios que calan entre los más peques.

Unos días después, todos seguimos cantando por casa el tema principal de la película y esto es algo que me encanta porque denota el buen sabor de boca que nos ha dejado la cinta. Ha sido una de las pocas películas que no me importaría lo más mínimo volver a ver en el cine y que, por desgracia, no tendré ocasión porque faltan poquitos días en cartel así que… ¡todos al cine este mismo fin de semana, no os quedéis sin verla! Personalmente, estoy ya deseando que llegue a formato DVD o a alguna de las plataformas de cine a la carta para poder volver a disfrutar de las aventuras de Turuleca.

Sobre María Cerrato

Periodista y mamá a tiempo completo. Amante y adicta a la cultura en sus múltiples variedades: literatura, teatro, arte, cine… Una adicción que ahora también comparto con mis niñas, Carmen y Pilar, que son mi vida y a quienes siempre he intentado contagiar este amor incondicional por la cultura. Ellas son mis actuales compañeras de escapadas teatrales, lecturas de cuentos, películas animadas… Todas estas escapadas ahora puedo compartirlas con otras mamás a través del blog de este fantástico medio de comunicación que es Mamá Tiene un Plan, con el que tengo el orgullo de colaborar.

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