En vacaciones se tiene más tiempo para todo: para dedicarse a una misma, para dedicárselo a nuestros hijos, para hacer más cosas juntos y también para aburrirse o relajarse, según se vea. En ese estado en el que no sabes qué hacer, la imaginación se dispara y la creatividad alcanza su punto más álgido. Y así es como este verano, entre la madre de una amiguita, la tía de otra y una servidora hemos ido presentándole a Elena y a sus amig@s distintos juegos para que incorporasen a su lista de ya aprendidos. Sigue leyendo
