Campos de Socuéllamos con la floración de la amapola - Mamá Tiene un Plan.

Rutas en familia por Socuéllamos con la floración de la amapola

Muy cerquita de Madrid, os proponemos conocer Socuéllamos un precioso municipio de Ciudad Real que, durante la primavera, se pinta de rojo con la floración de los campos de amapolas. Todo un espectáculo natural que invita a perderse en el mayor viñedo del mundo para darse un baño de naturaleza. Te proponemos tres rutas a pie o en bicicleta que incluyen construcciones primitivas, ermitas y puentes romanos, y acaban en romería, tradiciones y una torre desde la que verlo todo a más de 40 metros de altura.

Socuéllamos es un municipio cercano, perfecto para pasar un día en familia o hacer una escapada de fin de semana. En primavera nos encanta por los paisajes que regala, con la floración de miles de amapolas que convierten al campo de Socuéllamos en el “Mar Rojo de La Mancha”. Un remanso de paz, gastronomía hecha a fuego lento y viñedos a tan solo 150 kilómetros de Madrid. Te proponemos tres rutas para hacer en bici o a pie que te ayudarán a perderte por idílicos lugares.

Ruta Casa La Torre

Campos de Socuéllamos con la floración de la amapola - Mamá Tiene un Plan.

Socuéllamos es tierra de comendadores y la puerta de entrada al mayor viñedo del mundo: La Mancha. 27.000 hectáreas de viñedo le sirven de apellido y a ellas le debe el sobrenombre de Patria del Vino, una de las paradas de la Ruta del Vino de La Mancha. Y es que en estas tierras que trabajan más de medio millar de empresas y cooperativas vinícolas se cultivaba la vid ya por el siglo I a.C. Lo demuestran dos ánforas encontradas en los yacimientos ibero-romanos “El Bernardo” y “Torre de Vejezate”. En este punto, donde se sitúa el origen de Socuéllamos y sus profundas raíces vitivinícolas empieza la Ruta Casa La Torre, un paseo para conocer la historia de amor entre esta tierra y el vino.

Poco más de 21 kilómetros completan esta ruta que transcurre por las orillas del río Záncara, donde sorprenden los restos de un antiguo molino hidráulico, el Molino Caiceo. Antes de regresar, una parada para admirar la belleza del Paraje de Titos, donde tiene lugar la Romería de San Isidro Labrador el 15 de mayo; una cita marcada en el calendario en la que locales y amantes de las tradiciones se reúnen en la pradera junto al río para disfrutar de la música y degustar bocados de la gastronomía manchega como las gachas, las migas, el gazpacho, e incluso alguna caldereta de cordero. Todo maridado siempre con los mejores vinos de las bodegas locales.  

Ruta La Tinaja y Malagana

Viñedos en Socuéllamos, Ciudad Real - Mamá Tiene un Plan.

El río Córcoles y la vida que se cierne en su entorno es la protagonista a ratos de esta otra ruta que transcurre al este de Socuéllamos hasta la Casa de la Tinaja (16 kilómetros). Los huertos arropan al viajero al inicio del camino que, según avanza, va cambiando su paisaje por viñedos, almendros, olivos y campos de cereal, que entre mayo y junio se muestran repletos en el preludio de la siega. A mitad de camino, la ruta se llena del olor de las plantas aromáticas y los pinos piñoneros que llenan el llamado Monte de la Raya, justo antes de iniciar el regreso a la Patria del Vino.

Allí, en Socuéllamos, 16 bodegas esperan al viajero con visitas guiadas, catas de vino y experiencias enoturísticas de primer nivel para conocer esta cultura milenaria del vino. Hay bodegas centenarias, vanguardistas, de vino de garaje, bodegas ecológicas… Todas cultivan vinos de gran reconocimiento internacional y todas son el cierre perfecto a un día de ruta por los alrededores de Socuéllamos. Si además la escapada coincide con las Cruces de Mayo, el plan incluye artesanía y devoción. Esta fiesta, que se celebra en este rincón de La Mancha desde hace siglos, llena de arte y tradición las calles gracias a sus famosas cruces, decoradas con encajes, tomillo, flores, romero e imaginería. Recorrer las casas para admirar su belleza, cantar los mayos y tomar la “convidá”, a base de dulces tradicionales, zurra y vino, es formar parte de una Historia que se cree canta fragmentos de un Auto Sacramental de la Edad Media.

Ruta Monte de Lodares y Ermita de San Antonio

Campos de Socuéllamos con la floración de la amapola - Mamá Tiene un Plan.

Otra de las opciones es recorrer los casi 15 kilómetros que forman la Ruta Monte de Lodares y Ermita de San Antonio que, partiendo de la Plaza de Toros, discurre hacia la Estación de Tren para luego alcanzar por el Camino de Los Santos el puente sobre el río Córcoles y la Bodega EHD, donde bien merece la pena reservar una experiencia. El paraje de Macatela será el escenario por el que llegar hasta la Ermita de San Antonio para luego iniciar el regreso.

Durante la caminata sorprenden, entre los viñedos que contrastan su recién estrenado verde con el rojo brillante de las amapolaslos “chozos manchegos”, la construcción primitiva más antigua de Socuéllamos que decoraba ya estos campos allá por el siglo XV. Estas construcciones son uno de los mejores ejemplares de la arquitectura popular en piedra seca, es decir, sin argamasa, erigidas con una técnica de origen neolítico. Una de las mayores joyas del patrimonio rural conquense y albacetense, que servía en su día como refugio de pastores trashumantes y cultivadores de la vid y que hoy, despierta el interés de todo el que se atreve a perderse por esta llanura manchega (en cualquiera de las tres rutas).

Museo Torre del Vino, en Socuéllamos, Ciudad Real - Mamá Tiene un Plan.

Antes de poner rumbo a casa, toca una visita al Museo Torre del Vino, uno de los mejores de su género en toda España con una agenda activa durante todo el año. Su torre-mirador, de once plantas y 40 metros de altura, es el faro que vigila los viñedos de la “Bodega de Europa” y el lugar desde el que disfrutar de la inmensidad del Mar Rojo de La Mancha.

Más información, pinchando aquí.

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