El Price en Navidad emula los recuerdos de nuestra infancia con “La Casa del Árbol”

Nos encanta esta época del año en la que la oferta cultural se vuelve más familiar que nunca en Madrid. Hay dos o tres espectáculos imperdibles a los que no faltamos ninguna Navidad y uno de ellos es la función del Teatro Circo Price, que este año llega bajo el título de La Casa del Árbol. Con este nombre emula a nuestros más tiernos recuerdos de la infancia y a los reencuentros con las personas queridas que hace tiempo que no ves, en época navideña. Al mismo tiempo este nuevo espectáculo realiza un recorrido por las diversas maneras de despedir el año viejo de otros países, con sus tradiciones y lo hace a través de números circenses de cuidada estética y plasticidad y con grandes profesionales. Lo dicho, un imprescindible estas Fiestas.

Las uvas en la Puerta del Sol, la iluminación de las calles, el chocolate con churros y el décimo de Doña Manolita son emblemas de la Navidad madrileña. Y Teatro Circo Price en Navidad es otro emblema más de las fiestas en la capital. Nada más entrar en el hall del Price, en esta época del año, te sumerges en un mundo lleno de fantasía e ilusión. Nuestros niños alucinan ya antes de entrar, con el inmenso árbol y con la decoración de la entrada. Este año, una casita de madera en un árbol, haciendo honor al título.

José y Sarah son los encargados de conducir la función este año. Son dos amigos de la infancia que se reencuentran, después de muchos años sin verse. Y lo hacen en el lugar favorito de su niñez: la Casa del Árbol, que sirve de decorado a todo el espectáculo. Cuando vuelven a entrar en ella, rememoran momentos vividos, según van encontrando objetos, como sus mantas preferidas llenas de polvo o un proyector con el que solían ver películas. Este es el hilo conductor que nos invita a recorrer las tradiciones navideñas de diferentes puntos del mundo, las distintas formas que tienen, en otros países, de despedir el año viejo y recibir al nuevo. Por ejemplo, en México cogen maletas vacías y dan vueltas alrededor de una estancia de la casa para pedir un año lleno de viajes. En Filipinas se llenan los bolsillos de monedas y las hacen sonar para atraer a la fortuna. En Sudáfrica tiran los objetos viejos más variopintos por las ventanas de las casas. En Alemania hacen la tradición de las sombras.

Y todas estas tradiciones que nos cuentan José y Sarah sirven de introducción para los números circenses más fascinantes, con una dificultad y una plasticidad que dejan al público alucinado en sus butacas. Los números comienzan con un Trío de Cuerdas que impresiona por sus subidas y trepidantes bajadas las tres acróbatas, deslizándose como peces en el agua. Después, la tradición mexicana sirvió de introducción a los malabares que se fueron complicando por momentos. Una ya no sabía de dónde salía tanta maza y tanta bola, ni cómo las manos del artista llevaban tal velocidad. Nos fascinó. En el marco de China, el Trapecio Washington, con un equilibrio en movimiento por parte del protagonista, casi imposible. Las sombras de Alemania fueron la tradición que dio paso a las contorsionistas, uno de los números que más suele impresionar a los pequeños. Los nuestros decían: “mamá, son como serpientes, parece que no tienen huesos por cómo se doblan”. La flexibilidad de los expertos en contorsionismo les suele llamar muchísimo la atención y no es para menos. Todo ello, sumado a la estética y precisión del número hacen de él uno de los más llamativos y bonitos.

Hacía mucho tiempo que no veíamos en escena un lanzamiento de cuchillos y este año, Teatro Circo Price en Navidad lo ha incorporado a su repertorio. Pero, claro, con un “más difícil todavía”: con objetos en movimiento, con la persona que se pone como diana también en movimiento o con fuego, son algunas de las variaciones que se pueden ver en este clásico del circo. El Srap es una técnica que también me parece muy compleja. Se trata de equilibrios en una cinta o dos cintas en el aire. Debe combinar equilibrio, fuerza y precisión y el número de La Casa del Árbol nos dejó a todos impresionados. Por último, el que más me gustó de todos, el de los Mástiles Chinos, un número impactante, dinámico y complicado, compuesto por tres palos y tres acróbatas que suben y bajan como si hubiera peldaños, sin haberlos; que se lanzan desde arriba y se quedan enganchados abajo; que saltan de unos a otros como si estuvieran en la selva… Impactante.

Y, por supuesto, el humor. El humor es clave a lo largo de toda la trama de La Casa del Árbol. Jose y Sarah son dos artistazos que hacen soltar carcajadas a mayores y pequeños. Y que, también, nos emocionan a partes iguales porque nos hacen ver que, más allá de las tradiciones navideñas, lo importante son las personas que tenemos al lado. Un mensaje tan tierno y bonito, como lo es el Price en Navidad.

Funciones accesibles

Como cada año, Circo Price en Navidad ha programado pases accesibles para personas con diversidad funcional. Serán el día 2 de enero a las 12 y las 18.30 horas y contarán con audio descripción en directo, intérprete de Lengua de Signos, bucle magnético, sonido amplificado, programa de mano de lectura fácil y con pictogramas. Además, el 2 de enero a las 10.30 horas, ofrecerán una visita táctil previa a la función de las 12, para personas con discapacidad visual e intelectual. Las inscripciones a la visita pueden solicitarse en el correo gestion.grupos@madrid-destino.com o bien en el teléfono 91 318 45 86 (de lunes a viernes de 10h a 17h).

La Casa del Árbol estará en el Teatro Circo Price hasta el 6 de enero. Toda la información y venta de entradas, aquí. Además, tenemos SORTEAZO de 2 packs de 4 invitaciones para la función del jueves, 14 de diciembre a las 18.30h. Un pack lo sorteamos en instagram y otro pack en nuestra web. ¡Mucha suerte!

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