Dos parques temáticos imprescindibles en la Costa Blanca: Terra Natura y Aqua Natura

Cuando veníamos en carretera hacia la playa, Pilar vio un cartel publicitario con la imagen de un tigre y exclamó “¡mami, qué bonito! Si está cerquita, podíamos ir a verlo”. Era un anuncio de Terra Natura, “el zoo de Benidorm” y, como no lo conocíamos decidimos acercarnos con las niñas a pasar una mañana que se presentó más fresquita de lo habitual. Cuando llegamos allí, a cinco minutos de Benidorm, vimos que, además de visitar las instalaciones de los animales, también existía la posibilidad de coger una entrada combinada para disfrutar de un parque de agua, Aqua Natura, que lindaba con el zoo y que pintaba genial también en las fotos de la publicidad, así que nos lanzamos y decidimos hacer el plan de Terra Natura por la mañana y el de Aqua Natura por la tarde. Animales y su hábitat combinado con toboganes y atracciones acuáticas, ¿se puede pedir un plan mejor para pasar un día en familia? Yo creo que no. 

A la entrada de Terra Natura nos dieron un plano de las instalaciones, en el que comprobamos que el zoo estaba dividido en continentes, en cada uno de los cuales existían especies muy representativas de cada uno de ellos. Comenzamos por Pangea, ubicado nada más entrar y nos sumergimos en el interior de un volcán, en el que descubrimos los animales venenosos más curiosos que os podáis imaginar. Muchas veces había que ser un auténtico detective para localizarlos, por su capacidad de mimetización con las hojas y rocas que los rodean.

Mis hijas se quedaron fascinadas con una serpiente que parecía una rama del árbol en el que se encontraba enrollada y con otra cuya cabeza parecía una hoja seca. Las favoritas de Pilar fueron las ranas flecha, a las que se quedó mirando sin pestañear, cautivada por sus vivos colores. A todas las especies de ranas, escorpiones, serpientes, arañas… tuvimos el privilegio de verlas ‘en acción’, pues acababan de echarles la comida y estaban buscando el alimento.

Proseguimos el recorrido entre auténticos bosques de árboles y especies vegetales tipificadas con carteles explicativos, tradicionales de la zona del mundo en la que te encuentras en cada momento. De repente, salimos a una placita que parecía sacada de la India. Casitas con arcos orientales, puentes de matera tallados con dioses hindúes, templos en exteriores con cúpulas abovedadas… ¡Estábamos en Asia!

En esa placita hicimos un alto en el camino para tomarnos algo fresquito en el bar –existen cafeterías y bares por todas las instalaciones, en los que podéis comer, tomaros un helado o un refresco cuando os apetezca-, mientras las niñas participaban en un multiaventuras lleno de puentes levadizos y toboganes y con unas vistas espectaculares de toda la costa al fondo. También hay otro al lado para los más pequeñines y un parque chulísimo. ¡Vamos, que vuestros niños no sabrán por dónde empezar!

Una vez que los adultos repusimos fuerzas, fuimos a ver la exhibición de aves rapaces. Fue espectacular ver cómo los cetreros se acercan con esas aves gigantescas y majestuosas al público y cómo éstas planean sobre las cabezas de todos ante la estupefacta mirada del respetable. Nos pasó algo muy curioso y es que cuando salieron las lechuzas y el búho, éste se largó y no volvió.

Pero Pilar lo localizó escondido detrás de un matorral cuando ya había salido todo el mundo, con lo cual pudimos avisar al cuidador y verlo muy muy de cerca. Pilar lo observaba muy atenta y él a ella también. Creo que se entendían con la mirada.

Salvaguarda de especies en peligro de extinción

Proseguimos recorriendo Asia, con toda su vegetación y sus especies animales. Los tigres, los leones, los cocodrilos, hipopótamos, rinocerontes, elefantes… Todos perfectamente integrados en su hábitat y algunos dándose un bañito refrescante para combatir el calor. De hecho, hay algo de este zoo que me gustaría reseñar porque me pareció muy interesante y es que su máxima es salvaguardar especies de animales en peligro de extinción. Terra Natura participa en programas de conservación internacionales para evitar la desaparición de animales como el ocelote o el jaguar, entre otros.

En Asia las niñas se acercaron, sobre todo, a los leones, a los que pudieron ver muy de cerca y observar todos sus movimientos. Pilar me dijo “mami, son como gatitos, pero más grandes”. No le faltaba razón.

De la parte de América, nos gustó todo, pero el aviario es una auténtica maravilla. Poder ver a las aves en total libertad, interactuando unas con otras y observarlas por entre los huecos de la roca, sin que ellas te vean.

Cómo se bañan en las cascadas, cómo comen y cómo se relacionan entre ellas, es fascinante. Merece la pena hacer un alto en el camino para observarlas tranquilamente. Ver los guacamayos en libertad subidos en los árboles, con esos vivos colores mientras ellos te observan desde lo alto, es un placer para los sentidos. Por supuesto, en América no solo hay pájaros y también pudimos ver a los imponentes jaguares, los monos capuchinos o los simpáticos perritos de las praderas.

 

Después de ver Europa y las especies de este continente, mucho más cercanas y conocidas para las niñas, nos fuimos a comer y a desfogar en ¡Aqua Natura!

De Terra Natura a Aquanatura

En la entrada del parque acuático te recibe un auténtico vergel de buganvillas, que luego comprobamos que se encuentran por todo el parque, junto con mucha más vegetación que, junto al agua azul, hace del lugar un auténtico placer visual y un remanso de paz. Todo ello, con la costa mediterránea a un lado y la montaña a otro y todo lleno de hamacas para disfrutar tumbada del paisaje. El lugar merece la pena de verdad.

Nada más acceder al recinto, una macro piscina te recibe en el centro, presidida por un faro blanco y azul, emblema mediterráneo, además de islas, palmeras y cascadas. Nos refrescamos en la piscina y comimos en uno de los merenderos del parque.

Carmen no podía aguantar más y nos fuimos con ella a descubrir todas las atracciones. Nos tiramos por todos los tubos: el oscuro Black Hole, el Río Aventura, el Zigzag. Hicimos carreras dos veces por los toboganes multipista y ambas las ganó Armando y terminamos tirándonos varias veces por el Aqua Snake, una pista larga con flotadores de dos. Las caídas de todos son alucinantes y por la gran mayoría os podéis tirar con vuestros hijos sin problema porque son familiares.

Tras esta descarga de adrenalina, padre e hija mayor, se marcharon a descubrir el resto de toboganes: Niágara, Speed Hole…, mientras una servidora se marchó a disfrutar de otras atracciones mucho más relajadas con mi pequeña Pilar.

Nos tiramos por los toboganes y nos mojamos en las atracciones de Adventure Island y de Chapoteo To Neró Kaló, con barco pirata y ballena incluídos. Después Pilaruca y yo nos fuimos a tirarnos juntas por los toboganes del Ojo de las Cícladas en la piscina grande y a relajarnos en los chorritos del jacuzzi. Como ya estábamos cansadas, nos quedamos disfrutando del espectáculo de baile que había en el escenario y nos fuimos a la zona de los leones marinos, que estaban nadando con algunas personas y haciéndose fotos con ellas.

Después de todo, nos tomamos un heladito para merendar y dejamos para el final el plato fuerte de la tarde. El tobogán de la Cresta, un tubo con caída libre a más de 15 metros de altura, en el que la fuerza de la caída, te lleva a subir a la ‘cresta de la ola’ para caer de nuevo a la piscina. La atracción tiene una restricción y es que tienes que pesar más de 50 kilos, con lo que Carmen no pudo subirse con su padre. Fue el abuelo Pepe, quien se aventuró con papá y ambos quedaron encantados con la experiencia.

¡Ah! Un plus más a favor del parque Aqua Natura, desde arriba de los toboganes, la vista de la costa es espectacular y, otra cosa a tener muy en cuenta es que ¡apenas hay colas! ¡Sí, sí! Y esto es algo muy importante, ¿verdad? Otra cosilla a destacar para los que tengáis niños de 0 a 3 añitos es que hay una zona especial con piscina acotada solo para ellos y, por supuesto, zona de cambiadores, microondas… También tenéis restaurantes y bares para comer allí y os podéis llevar la comida de casa y tomarla en las zonas de picnic.

¿Y qué mejor forma de terminar una jornada de diversión en verano, agua, música y fiesta que la Fiesta de la Espuma?!!!! Allí que nos fuimos papá y mamá con Carmen y Pilar a bailar en la disco al aire libre y a embadurnarnos en espuma. Los peques lo dieron todo y los no tan peques también, os digo yo que más de uno revivió viejos tiempos jajajaja.

Lo dicho, plan perfecto si estáis de vacaciones por la Costa Blanca: entrada combinada de Terra Natura y Aqua Natura Benidorm. Más información y venta de entradas online en www.benidorm.terranatura.com.

Una recomendación: Cuando estéis dentro de las instalaciones, no dejéis de informaros de las experiencias tan chulas que podéis practicar: desde aprender a nadar como una sirena o nadar con leones marinos a ser cuidador de animales por un día.

Sobre María Cerrato

Periodista y mamá a tiempo completo. Amante y adicta a la cultura en sus múltiples variedades: literatura, teatro, arte, cine… Una adicción que ahora también comparto con mis niñas, Carmen y Pilar, que son mi vida y a quienes siempre he intentado contagiar este amor incondicional por la cultura. Ellas son mis actuales compañeras de escapadas teatrales, lecturas de cuentos, películas animadas… Todas estas escapadas ahora puedo compartirlas con otras mamás a través del blog de este fantástico medio de comunicación que es Mamá Tiene un Plan, con el que tengo el orgullo de colaborar.

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