Me encamino a Salt Room con el objetivo de conocer este centro de Haloterapia en Madrid -solo hay dos en la ciudad-, vivirlo de primera mano para poder contar mi experiencia en este post y, de paso, relajarme y hacer un break en mi día a día. No sé lo que me voy a encontrar y, por si acaso, antes me meto en su página web y empiezo a leer qué es exactamente y los beneficios que tiene esta terapia natural basada en respirar un ambiente cargado de sal.
Al llegar allí, Jacinto, su propietario me enseña las instalaciones. La Child’s room, pensada y preparad para los pequeños; la Salt Beach, dirigida a grupos; Pink Diamond, destinada a parejas y, por último Rain Forest, para cuatro personas. Me invita a probar una y elijo la habitación Rain forest y Jacinto me la cede sin problemas para mí sola. Me siento privilegida porque puedo hacer uso de ellas solo para mí. La particularidad de esta sala es que está vaporizada, es decir, que además de estar la sal en paredes y suelo estás directamente inhalándola por baho, y que además (esto me encantó), tiene una pared de agua que junto con la música relajante de fondo hace que en cuestión de tres minutos desconecto tanto que caigo rendida. ¡Guau! Por unos minutos todo mi mundo se ha parado y yo salgo reseteada. No me quiero ir de allí, pero la hora de la comida está cerca y mi hija pequeña me espera. Eso sí, me despido de Jacinto con la seguridad de que repetiré, pero la próxima vez con todo el clan al completo.