De entre las muchas que destacan en Menorca, os recomendamos la Cala Macarela y la Macarelleta (nudista), dos pequeñas calas cercanas, con arena fina, casi blanca y aguas turquesas. Un espectáculo propio de islas tropicales sin sufrir cambios horarios.
Otra de las más apreciadas por las familias es la Playa de Binigaus: se encuentra al sur y es especialmente agradable porque sus limpias aguas tienen poca profundidad, lo que la convierte en más segura para ir con niños. Por supuesto esto no nos exime de estar siempre pendientes de los peques, ya sabéis que basta un segundo para tener un susto cuando se trata del mar, pero la pendiente poco pronunciada es un escenario ideal para que jueguen en la orilla y podáis disfrutar de un montón de juegos de agua.
La isla tiene el honor de contar con una fascinante y única cultura talayótica. El pasado mes de junio se presentaba a la UNESCO la remodelación de su proyecto ‘Menorca Talayótic’ que convertiría esta ruta en Patrimonio Mundial. Esto se sumaría a otros de sus títulos: el ya comentado Reserva de la Biosfera, Destino Starlight y Región Europea de Gastronomía 2022.
Pero centrándonos en esta cultura talayótica que recogen la prehistoria insular, Menorca cuenta con casi 1.600 yacimientos arqueológicos en poco mas de 700 kilómetros cuadrados. No todos son accesibles ni visitables, pero sí lo son los más representativos, entre los que encontramos Talatí de Dalt, Trepucó, Torre d’en Galmés, Torralba d’en Salord, So na Caçana, la naveta des Tudons y la necrópolis de Calescoves, además de un recorrido panorámico por el tramo costero de Tramuntana y la Illa d’en Colom.
Se trata de una zona única ideal para los niños y niñas más curiosos. Si están en esa fase en la que la Prehistoria les fascina, aprovechad porque además, en torno a estos yacimientos, se organizan muchas actividades, como la observación de perseguidas (ideal esta época del año) o visitas guiadas tanto nocturnas como diurnas.
Encontrar y visitar los 7 faros de la isla puede ser un reto divertido, sobre todo porque las vistas desde ellos son espectaculares.
En la parte norte encontraréis el faro de Sa Farola en Ciutadella, el de Punta Nati, el de Cavalleria y el de Favàritx. En el sur tenéis el faro de Cap d’Artrutx, el de Punta San Carlos y el de S’illa de l’aire. La orografía de cada uno de ellos es distinta así como la vegetación que encontraréis. Todo un placer para los sentidos.
Os recomendamos hacer un mapa a los peques y que vayan tachando los que vais viendo. Si lográis ver los siete, podéis celebrarlo con un batido o algún juego en familia que les apetezca especialmente.
Hay varias empresas que hacen excursiones terrestres y marítimas por la isla. Podéis recorrer Menorca en kayac o en jeep. En el primer caso, podréis visitar las cuevas más escondidas y, en el segundo, naturaleza en estado puro. Menorca tiene el distintivo de «Reserva de la Biosfera» así que sus paisajes son especialmente bellos e interesantes desde el punto de vista ecológico.
Este parque acuático se encuentra en Sant Lluís, elegido en TripAdvisor durante varios años consecutivos como el mejor de las islas Baleares. Cuenta con una zona para adultos y otra para niños, gran piscina donde se desarrollan todo tipo de actividades, jacuzzi, zona de picnic, toboganes para todas las edades y atracciones que subirán vuestros niveles de adrenalina como Río Aventura, el barco pirata, el Kamikaze o el Black Hole. No apto para visitantes de secano. Si no os gusta mojaros, este no es vuestro plan 😉
