 
															 
															Tres niños en un coche de cinco plazas… ¿es posible? Hace tiempo que descubrí un invento genial llamado Rivekids, pero ahora, esperando la llegada del tercero, quiero confesaros que la decisión de tener un tercer hijo ha sido mucho más fácil de tomar gracias a este sistema que te permite recuperar, de verdad, la tercera plaza en tu automóvil incluso instalando un sistema de retención infantil más. La idea de cambiar de coche no me apetecía nada así que poder «apañarnos» sin tener que cambiar a un siete plazas, ha sido sin duda un punto a favor.
Sin embargo… no todo es tan sencillo: hay que ver sistemas de retención para niños, evaluar cuáles caben mejor en cada vehículo, verificar si los que ya tengo para los dos mayores son los más adecuados… Y no en todas las tiendas que visité conocían este sistema así que no sabían qué recomendarme para las tres plazas, ni se atrevían a decirme si efectivamente sería posible. «Siempre te queda poner al mayor delante», acababan diciéndome. Para mí no es una opción poner a uno de mis hijos en el asiento más peligroso del coche en caso de accidente. Quiero que los tres vayan detrás, la verdad. Si no hubiera otro remedio… pero sabiendo que hay alternativa, ni me lo planteo.
Si elegir cuna o cochecito puede parecer complicado, lo de los SRI (Sistemas de Retención Infantil) me parece ya la panacea. No sólo tienes que valorar cuáles son los más cómodos para tus hijos sino los que caben bien en tu coche (especialmente si tiene que haber espacio para tres sillas) y, sobre todo, cuáles son los más seguros.
Mi primer contacto con este tema fue hace casi ocho años, cuando nació mi hija mayor. Las cosas han cambiado mucho desde entonces. Para empezar, yo ya no tengo cochecito de tres piezas; ahora tengo el Urban de Chicco que, si lo conocéis, es básicamente una pieza (capazo que se convierte en silla a partir de los 6-8 meses).
Con mi primera hija la llevaba en una de las piezas del cochecito, el comúnmente llamado «huevo» o «maxicosi» (sea o no de la marca original), pero me deshice de él después del segundo así que esta vez esa no era una opción. ¡¡Necesito silla del grupo 0!! Pero es que, además, ahora los niños van a contramarcha. He leído mucho sobre esto en los últimos años y es sin duda la mejor opción en cuanto a seguridad (aunque también me comentan que hay niños que lo odian y lloran hasta desfallecer) así que… empezamos de cero porque ninguno de mis hijos mayores ha ido a contramarcha. Con mi hija mayor ni me enseñaron sillas a contramarcha y con #mipequeñoprontomimediano simplemente reutilicé lo que tenía, no lo di más vueltas.
Lo primero que hice cuando empecé a investigar sobre este tema fue, como casi todos los padres del mundo, buscar información por internet con la esperanza de comprar una sola silla para el nuevo bebé y, puestos a pedir, que me sirviera de principio a fin, desde el grupo 0 hasta el 3 y así ya me olvido de ir cambiando… Pero la información era confusa, a menudo contradictoria y muy complicada de valorar. Acabé saturada de tantos modelos de sillas, tantos rankings (atendiendo a distintas normativas de complicados nombres) con puntuaciones que atienden a distintos factores (¿quién decide cuáles son los más importantes?), tantas opiniones de bloggers y medios que parecían, con todos los respetos, bastante poco objetivas… así que no os imagináis el dolor de cabeza que se me despertaba con este tema porque, a fin de cuentas, lo único que yo quiero es llevar a mis hijos de la forma más segura posible y no tener que arrepentirme si tenemos la malísima suerte de tener un accidente.
Hecha un lío, busqué información en las tiendas cercanas que se limitaban a recomendarme los pocos modelos que tenían en exposición. Muchos de ellos ni siquiera a contramarcha y ninguno me aseguraba que hubiera sitio para las tres sillas en el coche. Algunas de las tiendas ni conocían Rivekids y se atrevían a decirme que tengo que comprar primero un siete plazas y luego hablaríamos. ¿Perdón?
Así que tomé medidas drásticas: llamé a Jose, de Rivekids y le pedí consejo: «Necesito ayuda» creo que fue mi primera frase. Y me fui a verle a su oficina de Valladolid para que me contara más sobre los mejores Sistemas de Retención Infantil para mi familia, independientemente de su dispositivo. No conozco a nadie que sepa tanto como él de este tema y la información que recogí es oro puro para mí.
José ha leído en español e inglés las dos normativas y, resumiendo, os comento que ambas son legales; cualquier silla que cumpla una u otra será legal y no tendréis multa por utilizarla, pero eso no significa que sea la silla más segura. La nueva normativa, la ECE R129 frente a la antigua, la ECE R44, presenta las siguientes diferencias:
En las tiendas especializadas me comentaban que las sillas con la normativa nueva son solo una evolución de la antigua y que casi no hay diferencias en seguridad, pero después de leer los requerimientos de las dos normativas tengo claro que una es mucho más exigente que la otra y por lo tanto mucho más segura.
Finalmente, hablando con Jose, de Rivekids, me di cuenta de varias cosas:
Como veis, no es fácil ni siquiera empezar a tener las ideas claras… de hecho, cuanto más te informas y más buscas, mucho peor. De momento, lo que sí os adelanto es que para tener tres niños (de 7, 4 y 0 años) en los asientos traseros en mi caso he tomado la decisión de que cada silla sea de la etapa que corresponda, sin mezclar grupos, que el bebé vaya en la plaza central (veremos si logro apañarme para colocarlo sin problema) en el sentido contrario a la marca y los mayores en las dos laterales a favor de la marcha con nuevas sillas. ¿Las sillas elegidas?
Para el bebé, la maxicosi de toda la vida. José me dijo algo muy básico y creo que cierto: no hay nada como la original. Así que compré la Maxicosi 0+ que me aseguró que duraba hasta el año o año y medio. «Muchos padres ven que empieza a sobresalir un poco la cabecita y dicen que no cabe el niño, pero no es así. Los padres suelen cambiar de silla a los niños meses antes de lo que les corresponde así que es mejor ser estricto con el peso recomendado para no adelantarnos porque hacerlo disminuye la seguridad», me comentaba. ¡Seguro que tiene razón!
Para los dos mayores he cambiado las que tenía, con «dudoso» isofix, por dos sillas Chicco Fold&Go que son más pequeñas (¡sin reposa brazos no sabéis la diferencia que hay!) y muy buenas en cuanto a seguridad. De ello os hablaré en un post específico muy pronto.
Y he instalado Rivekids que nos da mucho más espacio y hace posible que los mayores se puedan abrochar el cinturón cómodamente.
Por cierto, ESTE POST NO ES PATROCINADO.
Como veis, os hablo de mi experiencia y de las decisiones que he tomado. Puede que otros lleguéis a otras diferentes, pero con lo que me ha costado llegar a estas, quería compartirlas. ¡Quién sabe si a alguien os puede ayudar y ahorrar algo de tiempo!