No es fácil que un teatro supere los 100 años de vida y, en los tiempos que corren para la cultura, esto es toda una proeza. En Madrid tenemos la suerte de contar con algunos de estos teatros legendarios, como son el Reina Victoria, el Infanta Isabel y (que me perdonen los demás espacios) mi favorito, el Teatro Lara.Llegados a este punto, os debo confesar que soy una habitual del Lara y, es que, raro es el mes en el que no me siento en alguna de sus butacas y me dejo llevar por las obras que allí se representan, ya sean sus infantiles (como, por ejemplo, Esos locos fantasmas) o su programación para adultos (sí, yo soy de esas que ha repetido varias veces su visita al campamento La Brújula de La llamada – más de dos, tres, y cuatro veces)
Como os comentaba, el Teatro Lara es uno de esos espacios legendarios, con historia. Lleva nada más y nada menos que 135 años en pie, así que, imaginaos cuántos secretos guardan sus paredes. Pues bien, para conocer un poquito más sobre estos secretos y sobre el funcionamiento que un teatro tiene se ha creado esta actividad sobre la que hoy os vengo a hablar: Las visitas teatralizadas a La Bombonera de Don Cándido, es decir, al Teatro Lara.
En estas visitas, realizaréis un recorrido por los espacios que se encuentran detrás del 
telón: desde el pasillo de camerinos a la zona noble, pasando por el palco real e, incluso, las salas donde se guarda todo el material que se necesite en el teatro. Acabamos el recorrido, como no puede ser de otra manera, sobre las tablas del escenario. Todo ello, de la mano de la compañía Los Absurdos Teatro y sus actores Patricia Estremera y Alfonso Mendiguchía quién, además, firma el texto de la visita. Ellos son el estupendo dúo que os guiará en vuestra visita y que, con su buena interpretación y el cariño que se nota que le tienen al mundo del teatro, os harán admirar un poco más este espacio escénico.
Nosotros tuvimos la suerte de asistir la pasada semana a uno de los pases programados y, os recomendamos que acudáis por varios motivos. Si sois amantes del teatro, saldréis del Lara queriendo un poco más todo el mundo de las artes escénicas (además si, como yo, sois unos habituales de este teatro madrileño, no tenéis excusa para no acudir) Por otro lado, si decidís ir con los más pequeños de la casa, este será un plan estupendo para que los niños conozcan todo lo que se esconde verdaderamente detrás del telón de cada obra.
Decía, un redactor del ABC en el momento que el Lara abrió sus puertas que “¿A quién se le ocurre hacer un teatro en barrio excéntrico, de acceso difícil, sin tranvías próximos y entre callejuelas angostas y poco simpáticas? Va al fracaso seguro, por meterse donde no le llaman”. Qué equivocado estaba, afortunadamente, aquel cronista de la época… Hoy, 135 años después, el Teatro Lara sigue subiendo su telón todos y cada uno de los días del año y, desde Mamá tiene un Plan, deseamos que por muchas décadas más.
Fotografías: Mayda de Pablo.
